La vida es un viaje, un viaje en el que aprendemos, reímos, lloramos, nos enfadamos y nos alegramos, en el que sufrimos pero en el que también disfrutamos, en el que estudias y trabajas para llegar a donde quieres, en el que maduramos y, aun así, a veces nos divertimos como niños.
Pero este viaje no puedes hacerlo solo, en este viaje encontrarás a un gran número de personas, y serás chófer de muchas que subirán y bajarán del asiento de atrás, pero lo que siempre necesitarás es un fiel copiloto.
Un copiloto que te guíe, que te mantenga despierto, que te dé conversación en los trayectos largos y que cambie la música de tu viaje para quitarle la monotonía.
Un copiloto que te haga más ameno el camino, que esté dispuesto a acompañarte donde sea en todo momento, que no te deje tirado cuando tienes que cambiar una rueda.
Un copiloto que escuche tus quejas y aplauda las buenas maniobras, que te ayude a aparcar y que no te grite cuando te equivocas de calle, si no que te busque la mejor ruta para volver a encaminar tu destino.
Un copiloto que sea más que un simple copiloto, un copiloto para el que viajar contigo sea una prioridad...
Un copiloto que, más que un copiloto, sea tu compañer@ de viaje.
Un copiloto que, más que un copiloto, sea tu compañer@ de viaje.